Deforestación de los Bosques de Pino-Encino en México y Medidas de Protección Ambiental
A pesar de que los
bosques son un factor importante en la vida del hombre, actualmente se
registran datos catastróficos que revelan entre otras situaciones explotación
desmedida e inconsciente de los recursos naturales:
–Cada planta superior que desaparece extingue más de 30 especies (insectos, hongos, bacterias).
– Según la FAO el
planeta pierde anualmente 14 millones de hectáreas de bosques.
– Cerca del 78% de
bosques primarios han sido destruidos.
– El 22% restante
están amenazados por la extracción de madera, agricultura, ganadería, minería,
grandes embalses, carreteras, crecimiento demográficos y el cambio climático.
– Un total de 76
países han perdido ya todos sus bosques primarios.
– Entre los países
más afectados por la deforestación están Haití (98%), Filipinas (97%) y
Madagascar -siendo la isla más rica en biodiversidad sobre la Tierra-(93%).
Los recursos forestales influyen de manera significativa en los procesos
relacionados al cambio climático, debido a ello, los bosques y selvas no sólo
generan productos o servicios como la captación de agua, sino que también
contribuyen de manera relevante al proceso global de captación de carbono; en
contraparte la pérdida de vegetación motivada por la deforestación y los
fenómenos ligados a ella, como los incendios forestales y la pérdida de suelo
producen importantes pérdidas de masa vegetal que dejan de prestar su servicios
como sumideros de carbono.
Las alteraciones ambientales
producto de las actividades humanas se han dividido para su análisis en
factores directos e indirectos (Merino 2001, 2004). Los factores directos son
las acciones humanas que se ejercen sobre los ecosistemas, como el cambio de
uso del suelo, la explotación de los recursos forestales y los incendios
inducidos. Los indirectos son aquellas condiciones sociales que generan a los
factores directos, tales como el entorno macroeconómico, las condiciones
demográficas, algunas políticas públicas, la cultura, o las fallas en los
mercados para valorar los bienes y servicios ecosistémicos (Merino 2001, 2004).
Es importante destacar que las perturbaciones ecológicas producto de las
actividades humanas pueden tener un efecto sinérgico con perturbaciones
de índole natural (Hartshorn y Bynum, 1999; Toledo, 2004)
Por lo cual es muy importante
contar con una regulación para la explotación de los ecosistemas
El objetivo de la conservación es asegurar las
condiciones naturales necesarias para proteger especies significativas, grupos
de especies, comunidades bióticas o características físicas ambientales que
requieran ciertos tipos de manipulación para su perpetuación. La cosecha
controlada puede ser permitida.
Dentro de la región
Mesoamericana se ubica la Ecorregión Bosques de Pino-Encino de Centroamérica.
Esta Ecorregión es una de las diez que conforman el Bioma de Bosques Tropicales
y Subtropicales de Coníferas Neotropicales. Este bioma contiene los bosques de
coníferas más extensos en el mundo y de los bosques de pino-encino más
amenazados a nivel regional (WWF 2001).
La Ecorregión es el producto
de alta actividad volcánica, sedimentación y migración de especies animales y
vegetales desde el Norte y Suramérica (hace 3 millones de años). El bosque de
pino-encino posee las características climáticas y edáficas favorables para la
vida humana, por lo que ha sido desde la época prehispánica, la comunidad
vegetal que más relación ha tenido con las poblaciones humanas y por ende, la
más influenciada por sus acciones.
Socialmente la Ecorregión se
caracteriza por presentar los índices más altos de pobreza y exclusión, en
donde existe una fuerte presión sobre el recurso para fines de sobrevivencia.
Son los ecosistemas con menor representatividad en los mecanismos existentes de
conservación y con una tendencia en el manejo forestal a la exclusión de las
especies nativas principalmente del género Quercus.
El crecimiento demográfico y la expansión de la agricultura intensiva han
obligado a los pequeños agricultores a moverse hacia zonas periurbanas,
normalmente con fuertes pendientes, y por lo tanto, se han deforestado o
empobrecido las zonas forestales. Aunque el cambio más perceptible de la
deforestación por cambio de uso del suelo es la pérdida de la cubierta vegetal,
también se aprecian procesos de degradación de la calidad de los fragmentos
remanentes por pérdida de especies del interior.
Las instituciones
gubernamentales en general son débiles, jóvenes y con poca presencia a nivel nacional.
Especialmente en el tema ambiental, los presupuestos son exiguos y el apoyo
político limitado, a pesar de las extensas áreas que se deben gestionar y de la
importancia de la biodiversidad que ellas albergan.
Han surgido conflictos entre
poblaciones e instituciones estatales pero también ocurren entre instituciones
gubernamentales que duplican funciones o grupos de poder paralelos que
aprovechan vacíos legales y falta de presencia institucional para fomentar la
ingobernabilidad en los territorios nacionales.
La PROFEPA (Procuraduría
Federal de Protección al Ambiente) estimó que el consumo de madera industrial
ilegal en México es de aproximadamente 80% con respecto al aprovechado
legalmente. La producción registrada (legal) consistió de 82% de coníferas
(principalmente pino), 12% de encino y otras latifoliadas, y sólo 4% de maderas
tropicales preciosas y comunes.
La producción nacional de
madera no alcanza para abastecer al mercado doméstico; el nivel de
autosuficiencia es de sólo 30%. El principal socio de importación es Estados
Unidos, de donde se importan coníferas y encinos.
Para entender la
problemática de la deforestación, hay que tomar en cuenta que bosques y selvas
no sólo proporcionan bienes comerciales - que se podrían regular por un mercado
libre - sino también (y quizás más notablemente) valores no-comerciales.
A estos últimos pertenecen
los paisajes forestales atractivos, la conservación de la biodiversidad de
flora y fauna, la regulación del clima, y la captura y almacenamiento del agua,
los cuales con frecuencia se denominan “servicios ambientales”.
El mercado no toma en cuenta
los valores no-comerciales. En consecuencia, no suministrará tales valores y
bienes, que inhiben la producción de los comerciales.
El principal producto que se
obtiene de la actividad forestal en la Ecorregión es la madera aserrada de pino
y la leña del encino y del pino. También se produce carbón y ocote, en menor
cantidad. Los pequeños silvicultores en la Ecorregión suelen vender sus bosques
o plantaciones en pie a intermediarios o se realizan aprovechamientos bastante
empíricos, vendiendo la madera en troza. En los mejores casos, el mismo
propietario del bosque o de la plantación se encarga de hacer algún tipo de
transformación a su producto, ya sea para vender la madera como viga, tabla o
poste.
Las especies arbóreas de
rápido crecimiento producidas en plantaciones industriales (por ejemplo en el sur de
Estados Unidos), y la tala y venta ilegal de los bosques naturales restantes,
reducen a niveles no-competitivos el precio en el mercado para especies de
lento crecimiento.
La Ecorregión también ha sido sometida a fenómenos naturales como actividad
sísmica, volcánica, huracanes y tormentas tropicales, que han constituido
actualmente un factor que incrementa la vulnerabilidad natural, teniendo fuerte
impacto en las economías locales y nacionales, así como en la conservación de
la biodiversidad.
Los bosques templados de
pino-encino es uno de los ecosistemas que se ha identificado como más vulnerable
a los cambios que se esperan en la temperatura en los siguientes años
(Villers-Ruiz et al. 1998).
La Ecorregión de Bosques de
Pino-Encino de Centroamérica tiene baja representatividad en los sistemas nacionales
de áreas protegidas si se le compara con algunas de las otras Ecorregiones de
Bosques Tropicales y Subtropicales de Coníferas Los Bosques de Pino-Encino de
Sierra de la Laguna, México, con 87% (910 km2) de su área bajo protección; los
Bosques de Pino-Encino de la Sierra Madre Oriental, México, con 20% (7,535 km2)
A continuación una tabla de
áreas de bosque de pino-encino protegidas en México
Área
de protección de flora y Fauna
|
Estado
|
Fecha
de declaración
|
Ecosistema
|
La
primavera
|
Jalisco
|
6
de marzo de 1980
|
Bosque
de pino-encino y selva baja caducifolia
|
Valle
de los cirios
|
Baja
California
|
|
Matorral
xerófilo micrófilo, bosque de pino, vegetación halófita de dunas costeras y
manglar
|
Sierra
de Quila
|
Jalisco
|
4
de agosto de 1982
|
Bosque
de pino- encino y pastizales
|
Corredor
Biológico Chichinautzin
|
México
|
30
de noviembre de 1988
|
Bosque
de pino, oyamel, encino, pino-encino y matorral rosetófilo
|
Maderas
del Carmen
|
Coahuila
|
7
de noviembre 1994
|
Matorral
xerófilo, bosque pino-encino, bosque
de palma samandoca
|
Cañón
de Santa Elena
|
Chihuahua
|
7
noviembre 1994
|
Matorral
desértico micrófilo, pastizal, bosque de pino-encino
|
Sierra
de Álamos-Río Cuchujaqui
|
Sonora
|
19
de julio 1995
|
Selva
baja Caducifolia, bosque de pino-encino, y matorral espinoso
|
México los sistemas de áreas
protegidas han sido seleccionados de forma poco sistemática (incluyendo las
áreas protegidas de bosque de pino-encino), lo que ha dado como resultado
reservas o parques ineficientes, ubicadas en sitios en los que no contribuyen a
representar la biodiversidad o que conservan pocas especies en relación con su
superficie (CONABIO et al 2007). Por esa razón, se han realizado análisis de
vacíos de representatividad en los sistemas de áreas protegidas. En estos
estudios se evalúa que tan bien están representadas las distintas ecorregiones
dentro de las áreas protegidas.
Aunque las áreas protegidas
se consideran actualmente una estrategia central para conservar la
biodiversidad, es necesario complementar este sistema con un conjunto
diversificado y complementario de otros instrumentos de conservación para
asegurar la permanencia y funcionamiento de los ecosistemas y sus servicios
(CONABIO et al. 2007).
En México se llevan a cabo ejercicios
de identificación de áreas de pino-encino importantes para conservación de la
biodiversidad y señalan por ejemplo para Chiapas: los Altos de Chiapas (bosques
de San Cristóbal de las Casas, Chamula, Chanal y Oxchuc, Montebello), la Sierra
Madre (bosques de Cerro Cebú, Siltepec, Motozintla, Tacaná, Cintalá), las
Montañas del Norte (bosques de Jitotol) y Comitán
En Chiapas, a partir de 1994
con la derogación de la Ley de Veda Forestal, aumenta el volumen de
aprovechamiento forestal en los municipios de la Ecorregión. Según información
del censo agropecuario, durante el año 2007 el volumen de producción forestal
maderable fue de 72,453 m3, siendo la postería 49,635 m3, leña 9,969 m3 y la
madera en rollo 9,411 m3, los principales productos forestales aprovechados
durante ese año. En un volumen menor también se aprovechó la madera aserrada
2,912 m3, celulosa 20 m3, carbón 503 m3 y otros 12 668 m3 (INEGI 2009).
En conclusión, los bosques en México son concebidos legalmente como un bien y un servicio público. La legislación forestal regula las actividades relacionadas con estas zonas, es decir, el aprovechamiento, la conservación y la restauración, principalmente para obtener los máximos beneficios posibles.
Fuentes:
http://www.conafor.gob.mx:8080/documentos/docs/12/180Programa%20Estrat%C3%A9gico%20Forestal%20del%20Estado%20de%20Guerrero.pdf
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/derhum/cont/13/pr/pr21.pdf
http://www.anam.gob.pa/redd/index.php/getting-started
http://www.semarnat.gob.mx/leyes-y-normas/leyes-federales
http://www2.inecc.gob.mx/publicaciones/libros/467/cedenoyperez.htm
http://www.sinia.cl/1292/w3-propertyvalue-15481.html
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81reas_de_protecci%C3%B3n_de_flora_y_fauna_de_M%C3%A9xico
http://www.fundacionhombrenaturalezablog.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario